BIOGRAFIA
Doctor en Medicina, Profesor, Educador, Investigador, Gastroenterólogo... Padre, Esposo, Abuelo, Bisabuelo...Enormes, solemnes y merecidos títulos para quien ha dedicado su vida no solo a su familia, pero también a sus alumnos, pacientes y a esta tan noble Profesión.
Será entonces justo y desde la mirada de hijos, completar con estas simples y sentidas palabras el perfil de este ser humano extraordinario.
De Osvaldo Manuel Tiscornia se trata, de Papá, Abu y Bisabu, nacido en Buenos Aires a finales de 1927; voraz lector a corta edad, ávido por adquirir conocimientos, prolijo en sus estudios, desde sus inicios, en su querido Colegio Pueyrredón, hasta sus comienzos como estudiante de Medicina. Sólo la admiración por tantos escritores, poetas e historias bien contadas le generaron una fugaz duda: Periodismo o Ciencias, con una respuesta que lo acercaría para siempre a su amada Medicina.
Los años que siguieron fueron una carga de estudios, descubrimientos y reconocimientos, en su querida Argentina, en los Estados Unidos, en Francia y en tantos otros lugares que muy generosamente ofrecieron sus distinguidos respetos hacia el trabajo de un por entonces ya señalado como referente en los estudios y tratamientos de las patologías pancreáticas. Sus estudios sobre el páncreas exocrino son monumentales, y sus hallazgos siguen siendo validados aún hoy.
Osvaldo es un ser estudioso, metódico y organizado al servicio de su tarea de Médico-Investigador, pero al mismo tiempo carismático, sensible, empático, capaz de emocionarse en un concierto o película, de admirar y soñar frente a un cuadro, de recordar y transmitir sus innumerables viajes con grandes detalles, de disfrutar la compañía de su inseparable radio o de vivir una hermosa tarde de fútbol en un estadio. Todo esto volcado en lindas horas de charlas y compañía permiten asegurar que sus consejos, sus palabras, sus abrazos y apretones de mano han sido siempre de un valor incalculable para sus hijos, esposa, amigos, colegas y pacientes.
Vale destacar que no resulta fácil mirar su trayectoria sin sentir orgullo, un sentimiento que él mismo se encargaría de solapar con una dulce y humilde sonrisa. Es sin dudas un ser humano cargado de espiritualidad, sabiduría y generosidad. Y a esta altura estamos convencidos que estas grandes personas llevan en su interior un alma que no se apaga jamás. En un momento de gran inspiración y felicidad hace solo pocos meses atrás, mientras gozaba de un día de playa en su bien amada Mar del Plata, admirando el horizonte donde el cielo abarrotado de cumulus nimbus se derretía mansamente sobre el mar, promulgó dulcemente que existirá una "nube energética" que seguramente prolongará su humanismo supremo, por su esfuerzo de lograr una más clara comprensión de la esencia del ser humano a través de su trabajo y de su ejemplo de vida, y así será premiado eternamente por el generoso porcentaje de su energía espiritual en mejorar el transcurso de las muchas vidas que él ha tocado en su tránsito terrenal. Y esa imagen tan etérea y certera lo describe tal cual es.
Seguramente él desearía que se nombren en estos párrafos, a su amada esposa Beba, el motor de sus sueños; a su hija Patricia, la heredera de su saber y de su corazón de amor; a su hijo Carlos, compañero de tardes futboleras, risas innumerables y conversaciones interminables, y a su yerno, nuera, nietos y bisnieto.
El mejor regalo será recordarle siempre y para siempre que todos ellos lo aman profundamente, lo respetan sinceramente y admiran intensamente cuando lo llaman Doctor, Profesor, Papá o Abuelo.
Con toda nuestra admiración
Al Profesor Doctor: Papá "Daddy Long Legs" Osvaldo Manuel Tiscornia
Dra. Patricia G. Tiscornia-Wasserman Sr. Carlos M. Tiscornia
Melville, New York, USA Gatineau, Québec, Canadá
Premios
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En reconocimiento a su contribución en el área pancreática.
Premio al "Trabajo con Mayor Proyección en el Desarrollo de la Medicina